Hacia adelante a pesar de la violencia
Violencia, amenazas y corrupción. Condiciones adversas de trabajo y bajos sueldos. Un mercado laboral en crisis, normas frágiles para su regulación. Esto es a lo que se enfrentan los sindicatos peruanos; no obstante, hay voluntad de lucha y el desarrollo en diversas formas va tomando ruta hacia adelante.
El sindicato Sintraeslimp ha sido blanco de amenazas y represalias en repetidas ocasiones. Ellos realizan su trabajo en la ciudad costera de Callao en donde desde hace veinte años los corruptos han gobernado con infiltraciones de la mafia local.
Los empleados de la empresa Eslimp, encargada de la limpieza pública, son a la vez víctimas y testigos de quienes se infiltran en la compañía como trabajadores fantasmas; que además de cobrar un salario por un trabajo que no hacen, se dedican a intimidar y violentar a los verdaderos miembros de la empresa.
José Morales, el vocero del sindicato Sintraeslimp, afirma que los intimidadores también se oponen fuertemente a las huelgas de los empleados de esta empresa.
La violencia y el clima de rudeza están siempre presentes en Callao. Todos los días hay muertes violentas en la ciudad, de acuerdo con el testimonio de los representantes sindicales, por lo que no es nada fácil trabajar limpiando la ciudad si se es miembro de Sintraeslimp.
– La gran mayoría de los que allí trabajan, 80%, son mujeres. Muchas de ellas, solteras a cargo de sus hijos. Son mujeres luchadoras que arriesgan sus vidas en esta ardua y arriesgada labor a la que se dedican. Los sueldos son muy bajos por lo que ellas intentan conseguir una vida mejor para sus hijos, según describe Rosa Isabel Esquivel como mediadora de los trabajadores.
El grupo de trabajadores de Rosa Isabel ha podido comprobar casos de despido del trabajo sin un motivo concreto, problemas salariales, malas condiciones laborales y material de trabajo insuficiente. Se han dado por ejemplo casos en los que los propios trabajadores se ven en la necesidad de comprar el material que no tienen, como bolsas, etc., para poder trabajar.
La corrupción es un denominador común a estos problemas. Con el nuevo gobierno que ahora hay en la ciudad hay por el momento una nueva esperanza para este gremio y sus representantes.
Próximamente también habrá un cambio de gobierno en Lima, lo que podría significar un alivio para Sibotur, el sindicato que viene luchando desde hace tiempo con el propósito de que se puedan reinsertar al trabajo sus 709 miembros. Hace poco menos de un mes la Justicia Nacional se pronunció a su favor en este caso; por lo que los trabajadores, que fueron despedidos arbitrariamente, serán reinsertados como empleados públicos.
Es un paso de una gran importancia para la organización, comenta Isabel Cortez, quien ha sido uno de sus motores.
– Estamos muy felices y orgullosos de haber luchado por esta causa, y después de este triunfo se nos han unido varios cientos de personas, nuevos miembros de nuestra organización laboral.
La campaña ha sido larga y muchas veces hemos salido a hacer manifestaciones callejeras. La policía ha contraatacado a los manifestantes con gases lacrimógenos, porrazos y descargas de agua.
– Creo que se gastaron todos los gases lacrimógenos en nosotros. Pero hemos dado muestras de fortaleza y no nos dimos por vencidos. Además de que hemos contado con el apoyo del pueblo, añade la representante de Sitobur, Hilda Figueroa.
Durante la campaña electoral por la alcaldía el candidato Jorge Muñoz prometió respetar la sentencia, aunque después de ganar las elecciones parece haberlo olvidado.
– En una entrevista reciente expresó su reserva a lo pactado entonces de llevar a cabo lo prometido, y volver a emplear a quienes fueron despedidos. Le importa más quedar bien con los industriales que con nosotros, arguye Raúl Oviedo, representante del grupo laboral.
– No permaneceremos pasivos, seguiremos con nuestra lucha, añade Isabel Cortez.
El gobierno sigue teniendo grandes reservas hacia la organización de Sibotur, lo que se evidenció el día en que los representantes de UNI Américas, de CGTP, Confederación de Sindicatos del Perú, y la sueca Fastighets, se reunieron con 4 representantes del sindicato laboral Sibotur, en la Plaza Mayor, junto al edificio de la Alcaldía.
Toda la plaza había sido cerrada, frente a la entrada a la alcaldía la policía había colocado un potente cañón de agua.
Mientras los sindicalistas en la plaza están hablando hacen una fila para posar para una fotografía de grupo, y se les acercan unos diez policías que realizan llamadas desde sus celulares; les hacen unas fotografías y actúan con gesto desafiante.
El mensaje es claro: la Policía no confía en Sitobur, a los que consideran violentos. Así que les hacen saber que es mejor que salgan inmediatamente de allí.
– El mensaje no puede ser más claro: Llevamos en esta lucha más de cuatro años y la Ley nos ha dado la razón, pero aún así el gobierno nos sigue oprimiendo, se queja Raúl Oviedo.
Sintraeslimp y Sitobur forman parte del proyecto que llevan a cabo UNI Américas y la organización sueca Fastighet con el fin de fortalecer los gremios de aseadores y de vigilantes.
En noviembre pasado se llevó a cabo una conferencia para evaluar el desarrollo de ambas organizaciones y allí se pudo observar tanto lo positivo como lo negativo.
Varios sindicatos han visto un aumento en su número de integrantes, así como también una representación más equilibrada en donde se aúnan fuerzas a fin de mejorar los convenios de la colectividad.
El sindicato de vigilantes está formando su confederación.
El representante internacional de Fastighet, Torbjörn Jonsson afirma sentirse muy optimista en el referente a este sindicato en particular, ya que según él ha demostrado ser un grupo de sólida organización. Por otro lado, el sindicato de funcionarios de la limpieza en este momento está desactivado, por lo que este grupo requiere de mucho más apoyo, concluye.
El promotor principal del proyecto es Marvin Largaespada, quien trabaja en UNI Américas; él considera que la conferencia es una prueba de la consolidación del sindicato ya que cuando no existía el proyecto, tampoco había ninguna actividad sindical en este sector.
– El movimiento sindical de la región tiene ante sí una serie de problemas producto de la globalización, donde las reglas del mercado laboral se desmoronan y el clima empresarial es hostil. El clima político del Perú no está hecho para apoyar a los trabajadores y los sindicatos son bastante impopulares, el sistema judicial es corrupto y las empresas son feroces en sus ataques.
– Aún así yo tengo esperanzas. Me parece que vamos por buen camino y los sindicatos se están fortaleciendo, concluye Marvin Largaespada.
Escasez de miembros en los sindicato
Sólo el 7% de los trabajadores en Perú tienen un sindicato. La cifra es aún más baja en Colombia donde es del 5%, mientras que en Brasil son un 14%.
Si se compara con Suecia, en las organizaciones de obreros allí las cifras son del 62% y entre los profesionales es de un 74%.
UNI junto con Fastighets lideran desde el año 2015 un proyecto que tiene como finalidad fortalecer las organizaciones sindicales.
El costo anual del proyecto es de medio millón de coronas suecas, de las que Fastighets financia el 10%. El 90% restante lo aporta la organización de ayuda internacional sueca Unión a unión (Union to union).